
Disortografía
La disortografía, también conocida como trastorno específico de la escritura por dificultades ortográficas, es un trastorno del aprendizaje que afecta la habilidad para escribir palabras de forma correcta. Se caracteriza por una dificultad para adquirir y utilizar las reglas ortográficas del idioma, lo que puede llevar a cometer errores ortográficos frecuentes en la escritura.
Síntomas de la disortografía
Los síntomas de la disortografía varían de una persona a otra y pueden ser leves, moderados o graves. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Cometer errores ortográficos frecuentes: Dificultad para escribir las palabras correctamente, incluso aquellas que son familiares o de uso común.
- Dificultad para comprender y aplicar las reglas ortográficas: No entender cómo funcionan las reglas ortográficas del idioma o tener problemas para aplicarlas al escribir.
- Omisión de letras: Dejar de escribir una o más letras en una palabra.
- Adición de letras: Agregar letras innecesarias a una palabra.
- Sustitución de letras: Escribir una letra incorrecta en lugar de la letra correcta.
- Inversión de letras: Escribir las letras de una palabra en el orden incorrecto.
- Dificultad para distinguir entre letras similares: Confundir letras que tienen formas o sonidos parecidos.
- Dificultad para acentuar las palabras correctamente: No saber dónde colocar los acentos en las palabras.
- Problemas con la puntuación: Dificultad para usar los signos de puntuación de forma correcta.
Tipos de disortografía
Los tipos de disortografía se clasifican según las principales dificultades ortográficas que presenta la persona:
- Disortografía fonológica: Dificultad para comprender la relación entre los sonidos y las letras, lo que lleva a cometer errores ortográficos relacionados con la pronunciación de las palabras.
- Disortografía visual: Dificultad para reconocer y recordar la forma visual de las palabras, lo que lleva a cometer errores ortográficos relacionados con la ortografía de las palabras.
- Disortografía mixta: Presenta características de ambos tipos, fonológica y visual.
Diagnóstico de la disortografía
El diagnóstico de la disortografía suele hacerse por un equipo de profesionales, que incluye un psicólogo educativo, un neuropsicólogo y un logopeda. El diagnóstico se basa en una evaluación completa que incluye:
- Historia clínica: Recopilación de información sobre el desarrollo del lenguaje, el rendimiento académico y el historial familiar de dificultades de aprendizaje.
- Pruebas estandarizadas: Evaluación de las habilidades de escritura, como la ortografía, la gramática y la puntuación.
- Observación del comportamiento: Observación del niño mientras escribe.
- Análisis de muestras de escritura: Evaluación de la frecuencia y el tipo de errores ortográficos que comete la persona.
- Pruebas neuropsicológicas: Evaluación de las funciones cognitivas, como la memoria, la atención y la percepción.
Tratamiento de la disortografía
No existe una cura para la disortografía, pero hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a mejorar la ortografía de la persona. El tratamiento debe adaptarse a las necesidades individuales de cada persona y puede incluir:
- Instrucción en ortografía individualizada: Enseñanza de las reglas ortográficas del idioma y estrategias para aprender y recordar la ortografía de las palabras.
- Herramientas y apoyos tecnológicos: Uso de correctores ortográficos, software de escritura predictiva y otras herramientas que puedan ayudar a la persona con disortografía a escribir de forma más correcta.
- Acomodaciones en la escuela: Proporcionar al niño herramientas y apoyos adicionales para ayudarlo a tener éxito en la escuela, como más tiempo para completar las tareas, exámenes con diccionario o acceso a un corrector ortográfico.
- Consejería: Brindar apoyo emocional y asesoramiento a la persona con disortografía y a su familia.
- Terapia ocupacional: Enseña ejercicios y estrategias para mejorar el control motor fino, la coordinación ojo-mano y la postura al escribir.
- Ayuda psicopedagógica: que guíe al paciente en el aprendizaje y dominio de sus habilidades motoras, el dominio de su espacio de una manera efectiva con técnicas neuroeducativas adaptadas a sus capacidades para ir mejorándolas y el refuerzo en los componentes fonológicos y gráficos del idioma en uso así como sus combinaciones al momento de expresarse, reconocer sonidos y comprender el idioma.
